Los pájaros que habitan la voladera deben de estar en el paraíso, ya que cada día los gorriones villalbinos buscan la forma de entrar "ilegalmente" e intentan atravesar la malla. Esto causa desperfectos que tenemos que reparar, para evitar que sigan entrando y así preservar, a los habitantes legítimos, de posibles enfermedades y otras molestias.
Como se puede comprobar en este pequeño video, al final de la jornada siempre reponemos las energías gastadas.
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